30 de junio de 2012

¡Claro que pueden ser de otra manera!



Llega el fin de semana y arrancan las vacaciones estivales, por lo que voy a ser muy breve.

Seguro que conocen el lema de la imagen: "otro mundo es posible". Se utiliza últimamente para casi todo... Y, me temo, acaba por no decir casi nada.


También habrán reparado, como yo, en el untuoso latiguillo "como no podía ser de otra manera", que usan muchos declarantes en sus habituales emisiones verbales.

Pues bien,  me voy de vacaciones intentando superar tan explícita contradicción y con cierta sensación de tongo intelectual... Como decía mi tía abuela: y eso...¿cómo va a poder ser?


No sé si otro mundo es posible. Lo que tengo claro es que la mayor parte de las cosas sí que pueden ser de otra manera.

Feliz verano!


27 de junio de 2012

El futuro en la Administración



Los funcionarios dedicamos mucho tiempo a prever el futuro. Ciertamente, no se trata de saber si acabarán echándonos o no, pues al menos hasta ahora ésa era precisamente nuestra única seguridad... De lo que se habla mucho, en cafés, pasillos, esperas y traslados, es de los innumerables ¿qué pasará cuando tal? o ¿qué pasaría si cual?

Venimos ya entrenados desde la época de la oposición: ¿aprobaré?...; y, si apruebo, ¿dónde me destinarán?... Y, luego: ¿se refundirá el ministerio A con el B como dicen o con el C como se sospecha?... Y, siempre: ¿y si no tramitan el anteproyecto...?, ¿y si suprimen la escala?, ¿y si cancelan el anticipo de la subsecretaría?...

Modestamente hoy presento ante ustedes el resultado de años de estudio y experiencia al respecto. Como fácilmente supondrán, aún no dispongo de respuestas concretas para todas y cada una de esas cuestiones. Pero sí que estoy en condiciones de ayudar eficazmente al compañero que esté angustiado por alguna de ellas. Y es que he dado con un software que reduce bastante el nivel de indeterminación de los futuribles.

Veamos un ejemplo. Uno se pregunta: ¿sacarán pronto la plaza a concurso ahora que ya se ha organizado la Subdirección? Y la metodología de las probabilidades administrativas responde:

a) Sobre si sacarán o no la plaza a concurso, aún no pueden estimarse los porcentajes de probabilidad.
b) Respecto a si eso sucedería pronto, sí que pueden establecerse los porcentajes de probabilidad: hay exactamente un 50% de que salga en el BOE esta misma tarde y otro 50% de que salga dentro de diez años.
c) Por último, en cuanto a la circunstancia desencadenante del suceso, la predicción es concluyente: si el suceso llegara a producirse, hay un 100% de probabilidad de que no será a causa del motivo que ahora se invoca (la organización de la Subdirección, en el ejemplo)
Lo asombroso es que los porcentajes de los apartados b) y c) apenas varían sea cual sea la cuestión planteada, por lo que el procedimiento es prácticamente de aplicación universal.

Cuando comento esta novedosa metodología predictiva entre mis colegas sólo los más jóvenes me miran con desconfianza; el resto asiente en silencio.


23 de junio de 2012

Tertulias de análisis político



Detecto una creciente incomodidad con el excesivo papel que han acabado ocupando los tertulianos profesionales. Y es que algunos son incansables: aprovechan el viaje a la capital y actúan durante cuarenta y ocho horas prácticamente seguidas, encadenando programas de tarde y de noche, madrugadas de radio y alboradas televisivas...

En consecuencia, casi a cualquier hora se puede escuchar o ver (o las dos cosas) una  tertulia de análisis político. Lo curioso es que, salvo contadísimas excepciones, los analistas de la cosa política son siempre... ¡periodistas! (algunos, por cierto, nos acompañan con el mismo ímpetu desde los primeros compases de la Transición...)

Aunque lo que en realidad me indigna es la ausencia que esa omnipresencia pone de manifiesto. Me explico: ¿dónde están los políticos profesionales? ¿quizá en programas más especializados, en sesudos canales de alto debate político? No parece... También con contadas excepciones, nuestros representantes políticos tienen muy presente aquello de que por la boca muere el pez y, astutamente, actúan en consecuencia...

Les escucharemos -a los políticos al uso- sólo en los titulares de los telediarios, colocando una jabonosa obviedad al sufrido telespectador o estoqueando aviesamente al líder del partido antagonista. Pero nada más. Al parecer, nadie les exige un mínimo de preparación profesional o un ejercicio más o menos ordenado y eficaz de los deberes de su oficio.

Así que la lidia ordinaria queda en manos de los tertulianos, muchos de ellos, como decía, periodistas de largo recorrido, capaces de opinar sobre casi todo sin el menor titubeo. Y, quizá para ayudarles, también comienza a ser muy frecuente que sean la propia audiencia quien, mediante diversos métodos telemáticos, ocupe una buena parte de la programación supuestamente informativa con intervenciones, votaciones, ocurrencias y comentarios de todo tipo.

En resumen: los periodistas hacen de políticos; los espectadores, de becarios; y los políticos... ¡ven tranquilamente la televisión!

20 de junio de 2012

Dios guarde a Vd. muchos años



He aquí un típico oficio de la Administración española fechado en 1957. La fórmula de despedida Dios guarde a Vd. muchos años siguió empleándose habitualmente en este tipo de comunicaciones hasta mediados los años ochenta. Al parecer llegó un momento en el que se consideró un anacronismo y, supongo, tampoco debieron de faltar quienes manifestaran incomodidad ante una presunción administrativa tan favorable a la existencia de Dios y de su actuar providente.

El caso es que, cuando parecía haberse extinguido la costumbre rituaria y los cada vez menos frecuentes oficios se cursaban ya sin particulares concesiones a la cortesía, resulta que ahora, en plena edad digital, la moda ha vuelto ¡y con qué fuerza...!

Yo mismo recibo muchos correos electrónicos que concluyen siempre con la misma amonestación: Antes de imprimir este correo electrónico, piense bien si es necesario hacerlo: el medio ambiente es cuestión de todos. Y supongo que lo mismo le sucede a usted tanto si los mensajes son oficiales, profesionales o, sencillamente, personales. Muchos tienen dada la instrucción medioambiental al correo electrónico y la máquina, obediente, despacha el consejo en cuanto le dan oportunidad...

No seré yo quien haga paralelismos entre el contenido de una y otra fórmula. Sólo anoto que la primera era un deseo más bien cortés con el destinatario y que la segunda puede antojársele impertinente a más de uno, sobre todo por la explícita invitación a pensar y a pensar bien...

Personalmente estoy dándole vueltas a la idea de incluir como firma electrónica alguna otra frase de mi elección, de cierto lustre literario o sapiencial. Inicialmente me vino a la cabeza aquella de Al final de la jornada, el que se salva, sabe; y el que no, no sabe nada. Pero no acabo de decidirme... ¿Qué me aconsejan?



15 de junio de 2012

Urbanidad para la Ciudadanía



Ahora que parece moderarse el debate acerca de la asignatura de Educación para la Ciudadanía quizá sea oportuno pensar con un poco de calma acerca del tema.

Si viven, como yo, en una gran ciudad, pueden observar cómo cada día es más difícil deambular pacíficamente por sus calles. No sólo las motos y las bicis se han enseñoreado de las aceras (aparcando y transitando por ellas) sino que muchas veces no pueden darse dos pasos seguidos sin tener que variar la ruta para esquivar abalanzamientos humanos de toda índole.

Concretamente, se diría que el afán centrista de la España del 78 ha hecho olvidar la norma de caminar por la derecha, al igual que se conduce por ese mismo lado de las calzadas... Lo cual, cuando son muchos los transeúntes, acaba haciendo intransitables las aceras.

Asimismo, el riesgo de abalanzamiento humano se da con particular peligrosidad cuando el inesperado móvil procede, como por vía de eyección, del interior de un portal o de una tienda. Cada vez son más frecuentes estos súbitos ingresos a la vía pública, como si la realidad circundante se hubiese tornado invisible para quien sale apresurado y, tantas veces, sólo pendiente de la pantalla del smartphone...

En fin, para poner remedio a estos y otros males semejantes propongo la lectura de obras clásicas como la que aparece en la fotografía. Se subtitula, de modo bien expresivo, Advertencias útiles que conviene conocer y practicar a toda persona, para vivir en sociedad y hay una edición disponible en Ediciones Altaya (2008).

Por cierto! El autor, D. Ezequiel Solana, es abuelo de un conocido político español, titular de los Ministerios de Cultura, Educación y Asuntos Exteriores. En este hecho, bien elocuente de la utilidad de las enseñanzas del libro, tengo puestas también mis esperanzas de que acabe por implantarse la Urbanidad para la Ciudadanía y exista consenso entre todos los partidos para usar como manual la obra de Don Ezequiel.


13 de junio de 2012

No Segovia, no Isabela



Pasamos el fin de semana en Segovia. Allí nos enteramos de que la candidatura de Segovia a Capital Europea de la Cultura del año 2016 va por buen camino y nos llamó la atención el lema del proyecto de capitalidad: Sin Segovia no luna. 

Luego vimos que la candidatura segoviana continúa con el siguiente párrafo:

Sin Segovia, no Isabel
Sin Isabel, no Colón
Sin Colón, no América
Sin América, no luna
Nos explicaron que todo partió de la firma en un libro del mesón de Cándido López, en 1974, del precursor de los cohetes espaciales Wernher von Braun, quien escribió:
No Segovia, no Isabela
no Isabela, no Columbus
no Columbus no América
no América no moon
El autor del texto desarrolló el cohete Saturno que, en 1969, llevó el primer hombre a la luna. (Y, a diferencia de muchos españoles, sabía que fue en Segovia, en 1474, en donde Isabel la Católica fue proclamada reina de Castilla...)

1 de junio de 2012

La LRJ-PAC, veinteañera




El funcionario del pueblo más remoto de España y el más reciente opositor (basta con que haya comprado ya los temas) saben lo que es la LRJ-PAC: ni más ni menos que la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (esto último quiere decir que se limita a establecer lo que es general en los procedimientos, se supone que dejando para otro momento las complicaciones propias de lo especializado...)

Ahora, a las puertas de sus primeros veinte años de vigencia, recuerdo la "movida" que representó su entrada en vigor. Baste decir que venía a derogar, sustituyéndola, a la venerable LPA (Ley de Procedimiento Administrativo) de 1958 que, en expresión del legislador de 1992, "pretendió modernizar las arcaicas maneras de la Administración española". Y vaya si lo consiguió, añadiría yo.

Con ocasión de la botadura de la LRJ-PAC, sus promotores hablaban y no paraban de las excelencias del producto. Lo presentaron como el bálsamo de Fierabrás, capaz de transformar a los españoles de súbditos en ciudadanos en un instante. Al fin, decían, se equilibrarán las relaciones de los particulares con la Administración. Y recitaban la larga lista de "derechos" que la norma generosamente concedía a quien desde ese momento tuviese la peregrina idea de acercase a una ventanilla.

Sin saber que profetizaba el tortuoso camino de reformas y contrarreformas que sufriría con los años el nuevo texto legal (para desesperación de cuantos no tenemos más remedio que relacionarnos con él), un compañero comentó entonces con sorna:

-En efecto, esta ley viene a igualarnos a todos. Pues la LPA no la entendían los administrados... y ésta, ¡tampoco la entendemos los funcionarios!