He aquí un típico oficio de la Administración española fechado en 1957. La fórmula de despedida Dios guarde a Vd. muchos años siguió empleándose habitualmente en este tipo de comunicaciones hasta mediados los años ochenta. Al parecer llegó un momento en el que se consideró un anacronismo y, supongo, tampoco debieron de faltar quienes manifestaran incomodidad ante una presunción administrativa tan favorable a la existencia de Dios y de su actuar providente.
El caso es que, cuando parecía haberse extinguido la costumbre rituaria y los cada vez menos frecuentes oficios se cursaban ya sin particulares concesiones a la cortesía, resulta que ahora, en plena edad digital, la moda ha vuelto ¡y con qué fuerza...!
Yo mismo recibo muchos correos electrónicos que concluyen siempre con la misma amonestación: Antes de imprimir este correo electrónico, piense bien si es necesario hacerlo: el medio ambiente es cuestión de todos. Y supongo que lo mismo le sucede a usted tanto si los mensajes son oficiales, profesionales o, sencillamente, personales. Muchos tienen dada la instrucción medioambiental al correo electrónico y la máquina, obediente, despacha el consejo en cuanto le dan oportunidad...
No seré yo quien haga paralelismos entre el contenido de una y otra fórmula. Sólo anoto que la primera era un deseo más bien cortés con el destinatario y que la segunda puede antojársele impertinente a más de uno, sobre todo por la explícita invitación a pensar y a pensar bien...
Personalmente estoy dándole vueltas a la idea de incluir como firma electrónica alguna otra frase de mi elección, de cierto lustre literario o sapiencial. Inicialmente me vino a la cabeza aquella de Al final de la jornada, el que se salva, sabe; y el que no, no sabe nada. Pero no acabo de decidirme... ¿Qué me aconsejan?
Con una mentalidad práctica y comercial, muy de hoy en día, le recomiendo aprovechar para hacer propaganda de su blog.
ResponderEliminarDios guarde a Vd. muchos años.